sábado, 11 de enero de 2014

Sueño 9

Hola, hola, ¡feliz año a todos los que me leen! (Nadie).

Soñé esto hace poco menos de una semana. Es muy raro y con presión porque estoy en exámenes, y es ahí donde comienza todo.

Tenía en mente tanto el dar el examen de Tecnología Química, que había ido a la Universidad a sacar los folletos que había que estudiar. Me sabía ya la materia, pero me había desvelado estudiando demasiado y mi examen iba a ser al día siguiente a las 7 am, así que llegué a la casa de mi amigo O. para ir a dormir. Una vez que estuve en su casa, llamé a mi mamá para decirle que me quedaría ahí, y no se opuso.

Le pedí prestada su cama pues quería ya dormir para no quedarme dormida e ir a dar el examen temprano. Él se notaba un poco perturbado, pero no emitió ningún sonido y procedió a abrir la puerta del cuarto dejando ver a A. y S. que estaban dentro del cuarto de la casa de mi amigo. Me sorprendí al notar que S. se deprimió al verme, pues esa no era mi intención, y aún peor, yo ni sabía que estaban ellos ahí. Ella (S.) estaba acostada en una cama, pero A. le dijo que se levantara, que era ahí donde yo iba a dormir. Me acongojé. S. es su novia y la estaba prácticamente botando para que yo me instalase, cosa que en mi mente no podía concebirse, pero ella, cabizbaja, salió de la cama y del cuarto. Me sentí mal, pero accedí a acostarme y dormir. Puse alarma y le pedí a mi amigo O. que no la apagase y que si no me despertaba, me despertara él. Asintió y procedí a dormir.

Al abrir los ojos vi todo muy claro, y eso sólo indicaba malas noticias.
- ¿Qué hora es?- le pregunté a O. que estaba sentado alado mío.
-Las 9:30 de la mañana.

Yo casi lo mato. Me dijo después que había apagado la alarma inconscientemente y que lo sentía mucho.
No hice nada más. Le pedí el baño para lavarme la cara e irme a mi casa.
Apareció su mamá. La saludé y me sonrió.

Ella estaba parada en la puerta, mi amigo fue donde ella y estaban en frente mío. Les volví a pedir el baño el cual la puerta esta detrás mío. Yo no la veía por estar viendo a las dos personas al frente mío, pero sus miradas y sonrisas cambiaron. Abrieron los ojos e hicieron muecas como de haber visto algo muy malo en dirección hacia mí. Vi a mi alrededor y no había nada, excepto porque no había echado un ojo detrás mío, en dirección al baño. Me viré con expectación de no encontrar nada cuando vi en la entrada del baño a un hombre. Estaba enojado y con una mirada como de querer cobrando venganza. Me asusté y supe al instante que no se trataba de un hombre normal, sino de un demonio.

Alzó los brazos en pos de agarrar algo, casi como un abrazo, en dirección mía. Me viré y empecé a correr hacia donde estaba mi amigo y su mamá, pero cada vez se alejaban más y me acercaba más al demonio. Vi que mis pies corrían en el mismo lugar y que era yo quien era arrastrada hacia el demonio. Gritaba y le pedía ayuda a mi amigo, quien sólo me miraba con desesperación a sabiendas que no podría hacer nada.

Sentí que me agarraron en un abrazo muy fuerte por detrás y supe que el demonio me había atrapado. Grité una última vez y en mi cara se cerró la puerta del baño.

[...]

Abrí nuevamente los ojos dentro del cuarto, pero en el piso. Me levanté rápidamente y salí de esa casa.
Me dispuse a caminar hacia mi casa, cuando en la esquina de una calle, me encontré un grupo de chicos. No me importó e iba a seguir caminando, cuando al pasar por donde estaban ellos, me dijeron que no podía seguir e irme sola. Parecían buenas personas, así que escuché lo que me tenían que decir:
- No puedes andar sola por las calles. Toda la ciudad se ha infestado de almas, pero hay lugares estratégicos que no pueden sobrepasar y nosotros los conocemos. Aparte la ciudad está vacía.

Fueron las palabras del chico con la gorra para atrás. Empezaron a caminar y yo estaba con ellos. Íbamos contando los pasos y caminando por la mitad de una boca calle. Cruzamos una cancha de básquet y alcancé a ver unas almas en ese territorio, pero tal como habían dicho anteriormente, había lugares que ellas no podían sobrepasar y sólo nos miraban con odio como esperando que pisáramos mal para venir a atacarnos.

Llegamos a un punto en donde parecía el final de una travesía en grupo. Teníamos que separarnos. Todos se esparcieron muy rápido y fue cuando algo extraño pasó.

Había una pareja de chicos en medio de un bosque. No era yo quien estaba ahí, pero yo podía ver lo que estaba pasando. Él la trataba de proteger a toda costa, y parecía que no habían sido descubiertos por las almas. El chico le decía a la novia que camine detrás de él, por si alguien venía a atacarlos. Ella estaba asustadísima y lloraba. Algo se movió entre los montes que había metros delante de ellos y salió una especie de perro con colmillos inmensos. Ambos gritaron y ese perro-zombie comenzó a correr para cazarlos a los dos. Se le lanzó encima al chico mientras le desgarraba un poco de piel. Ella desesperada en pos de sacar al animal y salvar a su amado, fue víctima de un mordisco que le arrancó el dedo. Se asustó y gritó más. El perro-zombie se le iba a lanzar a ella, y él viendo la intención, la empujó a su enamorada, haciéndola más atrás. Le gritó que se fuera, que él regresaría por ella, y fue arrastrado por el animal hacia el monte de donde había salido. Ella huyó, se quedó llorando, sabiendo que él había muerto para salvarle la vida.

Regresamos al lugar donde nos habíamos separado, victoriosos. Algunas personas dadas de baja (como el chico que salvó a su novia), pero ya éramos libres de poder caminar por donde habíamos venido.

Y para celebrar, estábamos en una piscina, con todos los que habíamos luchado contra las almas, y ahí estaba yo, con un esparadrapo y muchas gasas debido a la ausencia de mi dedo de la mano. Vi a lo lejos una persona extraña que empezó a hacer olas muy grandes dentro de la piscina a tal punto que los que estábamos dentro, nos empezábamos a ahogar.

La lucha no había terminado.

Me desperté.

Y no di el examen el día que tenía que darlo. Me quedé dormida...

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